miércoles, 7 de agosto de 2013

La partida de Chávez: ¿Punto de quiebre en Latinoamérica?


El cinco de marzo de 1953, fallecía en Moscú el líder soviético Joseph Stalin. Su muerte, causó una feroz pugna  por el poder entre los burócratas grises del partido que habían sido cómplices de los crímenes del dictador georgiano. Iniciando así una larga decadencia que solo terminaría con el derrumbe del imperio soviético. Sesenta años después, en Latinoamérica ocurre el mismo hecho pero con algunas diferencias. Como dijo Marx: “La historia se repite primero como comedia y luego como tragedia”.  Así es la puesta en escena que está viviendo Venezuela, tras el deceso del presidente Hugo Chávez, fundador de la revolución bolivariana único protagonista por así decirlo. Los catorce años que gobernó el país, siguiendo según él los postulados de Bolívar.


Ha cambiado para bien o para mal el panorama político de la región, antes sometida al Consenso de Washington. Inauguró con bombos y platillos u nuevo orden político, representado en el ALBA (Alianza Bolivariana para las América). Tomó las banderas de la inclusión social con multimillonarios programas, para ganarse el apoyo de los más desfavorecidos. Chávez manejó de manera magistral un discurso de lucha de clase contra los ricos, una etiqueta bastante cómoda para calificar a los opositores de su gobierno. Por ello desembocó en un creciente autoritarismo que se lo podría calificar de “competitivo”: Un régimen cuya naturaleza ni totalmente democrática ni abiertamente autoritaria.


Pero ahora el comandante ha muerto… no producto de una batalla heroica que fue protagonista su admirado Bolívar, sino como consecuencia de un cáncer que carcomía lentamente su organismo. Por ello se ha construido un mito en torno a su figura, convirtiéndolo en un héroe mítico que no solo transformó sino creó “Venezuela”. Esa es la consigna que la “Boli-burguesía”, que durante todo ese tiempo ha acumulado poder y privilegios, encarnada en Nicolás Maduro. Sucesor nombrado por el fenecido mandatario. Ha tenido un rol preponderante en el gobierno chavista, especialmente en los últimos tres meses cuando  fue internado Chávez en una clínica de la Habana. A pesar de no tener el carisma del caudillo ni tener importantes aliados en el entorno bolivariano. Ha preparado, durante este tiempo, la imagen de ser el heredero natural del chavismo, aprovechando la coyuntura emocional del pueblo venezolano. Transformando la república bolivariana de Venezuela…en una institución cuasi monárquica.


Violando así su propia constitución en materia sucesoria, ya que el presidente de la Asamblea Constituyente debe asumir el cargo en caso de verse el presidente incapaz de gobernar. Pero esto no se ha dado. La polarización sigue siendo tan fuerte en el país llanero, como en la época que Chávez vivía. Hay que tomar en cuenta, que la fecha central del sufragio es el 14 de abril es una fecha significativa para los seguidores del chavismo. Hubo fracasado un golpe de estado, encabezado por la derecha empresarial, que lo sacó del poder por 48 horas. Por ello las posibilidades de que el chavismo retenga el poder hasta 2019, se hace más patente. Además serían las elecciones más cortas que se hayan visto en América: días de sufragio. A partir de este momento Venezuela se ha convertido en “Macondo”, donde impera el realismo mágico. El panorama posterior a abril, es sumamente complicado tanto para el gobierno como para la oposición si llegara a gobernar.


El experimento económico que Chávez implementó en su mandato, ha mostrado señales de agotamiento y será una carga demasiado grande para sus sucesores ya sea Maduro o Capriles. Con una inflación del 30%, la más alta de Latinoamérica complica el ya difícil panorama de Venezuela. Aún no se puede conjeturar por el momento un escenario sin Chávez. Además la violencia está a la vuelta de la esquina…ante la ausencia del timonel de la revolución bolivariana para reunirse con su amado libertador. El ALBA, también pagara factura la desaparición física de su creador. Porque ya no hay liderazgo fuerte que pueda cohesionar a esa gama de países tan disimiles. Se habla de próximo líder que tomará la posta sería el presidente de Ecuador Rafael Correa. Pero no tendría la suficiente fuerza para mantener unida la alianza. Cuba y Nicaragua están sumamente preocupadas por este escenario, ya que reciben importantes ayudas económicas en miles de barriles de petróleo casi regalado. No se sabe si seguirán recibiendo ayuda tras el hipotético fin del chavismo.


De hecho la política exterior pasara a un segundo plano, debido al problemática venezolana. Sin Henrique Capriles asumiría la presidencia, tendría que enfrentar una difícil transición. Enfrentaría la resistencia de diversos sectores al cambio: Ya sean las fuerzas armadas, que han estado muy influenciadas por la doctrina bolivariana, hasta tal punto que se ha rebautizado como ejército libertador. O los chavistas que no podría asimilar el reto de ser oposición. Más tratar de deschavizar a amplios sectores de la población y solucionar la economía tras años de estatismo y populismo. Podrían convertirse en un problema tan grande que podría rebasar…hasta sus buenas intenciones de querer enmendar el tortuoso sendero “del Comandante y su laberinto”. 

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